Liquid Death puede sonar como algo que mata. En realidad, sus fundadores están dispuestos a ganar una fortuna. La startup de agua enlatada con conciencia medioambiental, de 3 años de antigüedad, está valorada en 700 millones de dólares tras su última ronda de financiación, lo que la convierte en “el 70% de un unicornio”, como señala Alex Wilhelm en TechCrunch. La CNN se muestra algo incrédula: “Una startup que vende agua en latas de cerveza -literalmente- se acerca a una valoración de 1.000 millones de dólares”.
Pero Liquid Death es sin duda un negocio en crecimiento. Bloomberg informa de que la empresa con sede en Santa Mónica, California, obtuvo unos ingresos de 45 millones de dólares el año pasado y está previsto que casi los triplique este año.
De hecho, Peter Pham, del fondo de inversión Science Inc. que dirigió la ronda de 70 millones de dólares, escribe en Medium que “creemos que Liquid Death puede ser la bebida no alcohólica de más rápido crecimiento de todos los tiempos. Según nuestras investigaciones, a Monster le costó cuatro años y a Celsius 12 años alcanzar el nivel de éxito en la venta al por menor que ha tenido Liquid Death en sólo tres”. El dinero recaudado en esta ronda permitirá seguir expandiéndose a otras categorías de bebidas (la CNN señala que actualmente también ofrece seltzer de sabores con nombres como “Mango Chainsaw”), así como al mercado europeo, y el CEO Mike Cessario dice que están barajando la idea de una salida a bolsa en los próximos dos años.
Dice a Bloomberg que el aspecto de su producto pretendía parecer “poco saludable, como la cerveza o una bebida energética”. Pero la realidad es exactamente lo contrario, y “si no quieres beber, esto es mucho más divertido”.