La historia de la primera alianza de Gobierno española desde la II República se podría escribir en torno a la Ley de Libertad Sexual o del solo sí es sí. Ahí está casi todo. Los grandes dramas de los dos partidos asociados, sus reencuentros, sus batallas, sus pactos, su ilusión por haber logrado una ley que defienden como un salto para la protección de las mujeres y, finalmente, la desesperación al ver de qué forma crecía el agujero negro en el que se han transformado las revisiones de penas, con casi cuatrocientos rebajas y una veintena de excarcelaciones, sin poder hacer nada.
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