La reforma de pensiones amontona más de dos meses de retraso y múltiples bloqueos y eso va a tener consecuencias. El ministro José Luis Escrivá negocia aún a tres bandas el desbloqueo de los últimos retoques de la legislatura. Desde la Comisión Europea han levantado la mano con cierto margen para que Seguridad Social llegue a un pacto por unas medidas impopulares entre los agentes sociales y los grupos políticos, en especial la ampliación del periodo de cómputo. Ante la amenaza que lanza Bruselas de suspender parte o la totalidad del pago de diez millones de fondos europeos y los plazos incumplidos, Escrivá se halla ya abocado a recurrir a la fórmula del real decreto para aprobar la reforma de pensiones por la vía veloz, ya antes de Semana Santa. Si no fuese así, resultaría ya imposible que el ministro cumpla sus tiempos.
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