La aprobación de la reforma laboral a finales de 2021 alivió uno de los males endémicos del mercado laboral español. La proporción de contratos temporales ha caído del entorno del 25% al del 16%. Esto ha mejorado la situación de millones de trabajadores, antes pendientes de una enésima renovación de su contrato de obra y servicio, y ahora más tranquilos gracias a sus contratos indefinidos, ya sean fijos o discontinuos. Sin embargo, este cambio en la temporalidad apenas se ha trasladado a la estacionalidad de la economía española: el número de trabajadores y la tasa de paro siguen cambiando muchísimo en función de la época del año, al ritmo que marcan las temporadas de la principal materia prima de España. Es el turismo, que aportó en 2023 el 12,8% del PIB, el máximo de la serie histórica y equivalente a 186.596 millones de euros.
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