Estados Unidos continúa su cruzada contra las grandes tecnológicas. Usando unas en ocasiones el Departamento de Justicia y en otras, la Comisión Federal de Comunicaciones (FTC), el Gobierno de Joe Biden ha emprendido una ofensiva contra lo que considera prácticas monopolísticas ilegales de compañías como Alphabet (Google), Amazon y Microsoft. El último capítulo es una demanda de gran calado anunciada este jueves por el fiscal general, Merrick Garland, contra Apple por mantener un coto cerrado sobre su producto estrella, el iPhone. Los fiscales han comparado la demanda con otros grandes casos antimonopilio históricos, como los presentados contra AT&T y Microsoft. Las acciones de Apple han caído en Bolsa este jueves un 4,09%. Para una compañía valorada en cerca de 2,7 billones de dólares, eso es un mordisco de más de 100.000 millones de dólares.
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