El fabricante de microprocesadores y chips Intel ha optado por una nueva estrategia para combatir la complicada situación económica en la que vivimos y no tener que despedir a miles de trabajadores. La compañía le ha ofrecido a alrededor de 2.000 de sus empleados en Irlanda, tres meses de baja temporal sin sueldo para abaratar los costes de producción.