Habían pasado solo unos minutos desde el principio del tan esperado frente a frente, y Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo ya se habían acusado mutuamente de engañar. No había pasado mucho más que el arranque, y el aspirante del PP ya había tildado de insolente al presidente, y este a su antagonista de adquirir diputados. El tono quedó marcado para toda la noche, a lo largo de los 100 minutos restantes del discute ante los micrófonos de Atresmedia, tan tenso y crispado en algunos instantes que hasta las interrupciones entre los contendientes hacían imperceptible la discusión.
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