Pasó lo que debía pasar, lo que, por muchos reclamos o convidaciones al transfuguismo que se lanzaran, estaba cantado desde hace un mes. Y lo que, salvo cataclismo, volverá a ocurrir el viernes, cuando se genere la segunda y definitiva votación en el Congreso de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. La primera se festejó este miércoles con el resultado por todos conocido de antemano: el líder del PP se quedó a 4 votos de la mayoría absoluta al reunir solo ciento setenta y dos, los suyos, los de Vox y los de los únicos diputados de Coalición Canaria (CC) y Unión del Pueblo Navarro (UPN). Feijóo se dio de bruces con el resto de la Cámara, 178 escaños que reúnen la izquierda y los nacionalismos catalán, vasco y gallego, en este último caso sin distinción entre conservadores y progresistas. La única incertidumbre en la votación llevada a cabo a viva voz se produjo por el error del miembro del Congreso de los Diputados socialista Herminio Sancho, que primero balbució un sí, para corregir de forma inmediata.
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