Parecía que el Partido Popular podía verse entre la espada y la pared para formar gobiernos en las comunidades autónomas en las que, tras los resultados del 28M, depende de los apoyos de Vox. Daba la sensación de que el partido de Alberto Núñez Feijóo iba a intentar prolongar al límite los plazos para no ‘ponerse en evidencia’ ya antes de las elecciones generales del 23 de julio, si bien los estatutos de autonomía y reglamentos de parlamentos regionales lo complican.
Pero no. Este martes, en apenas dos horas de reunión pública, PP y Vox cerraban un pacto de gobierno conjunto en la Comunitat Valenciana sin mayor problema. La foto de la coalición se hacía pública a media mañana, aunque los principales flecos estaban cerrados previamente, y empezaba a ser conocida como la ‘foto de la vergüenza’. En el centro de ella están Carlos Mazón, candidato del PP en la Comunidad Valenciana, en frente de la supuesta línea roja con quien el PP no pactaría: Carlos Flores, el aspirante de Vox, condenado por violencia machista. Ni una mujer en la mesa.
Poco después se conocerían los cinco “ejes estratégicos” de tal acuerdo –entre ellos “libertad”, “señas de identidad” y “apoyo a las familias”–, como la reacción de Feijóo, quien conforme Mazón le había “trasladado” su “felicitación” por alcanzar este pacto.
Por fin este miércoles por la mañana, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se pronunciaba al respecto. Y si algunos pensaban que lo haría desentendiéndose del pacto, estaban equivocados. En una entrevista en esRadio, Feijóo ha defendido el acuerdo con la extrema derecha como el “único escenario posible” si deseaban evitar una repetición electoral.
Además, ha acusado al PSOE de obligar a su partido…