Al hiperventilado clima político español solo le faltaba el retorno de la nube negra de la corrupción. Y este miércoles volvió con toda su carga viscosa para impregnar el hemiciclo del Congreso durante la sesión semanal de control al Gobierno. El PP, con su líder a la cabeza y un disciplinado ejército de artilleros detrás, se entregó afanosamente a diseminar el caso Koldo por todo el Ejecutivo y a implicar al propio presidente en el supuesto cobro de comisiones por la compra de mascarillas durante lo peor de la pandemia. La reacción de Pedro Sánchez y sus ministros fue replicar con el largo historial de escándalos pasados del primer partido de la oposición. El resultado: un lodazal en el que unos y otros chapotearon durante hora y media.
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