A pesar de los datos incontestables de las elecciones catalanas, en las que el independentismo ha perdido la mayoría y el PSC de Salvador Illa se ha impuesto como primera fuerza, Alberto Núñez Feijóo se afana para no renunciar al relato de que Pedro Sánchez está entregado a los independentistas. En la cuenta atrás para el comienzo de la campaña europea, el líder del PP trata de desmontar la tesis de los socialistas de que, gracias a la amnistía y a sus políticas de distensión, el proceso independentista ha sucumbido en las urnas. “El procés no ha muerto porque el sanchismo lo necesita vivo para subsistir en La Moncloa”, ha sentenciado el líder del partido ante la plana mayor de su partido reunida hoy en el comité ejecutivo nacional. El problema es que ni siquiera los suyos comparten del todo esa idea. El líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, ha discrepado a su llegada al comité. “El veredicto de las urnas es inapelable”, ha afirmado Fernández. “Los catalanes han trasladado un mensaje y es [que] el proceso se acabó”.
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