La elevada inflación de dos mil veintidos, rondando el diez por cien interanual a fines de año, batió récords en la eurozona. Mas al igual que con una crisis febril, este incremento de precios ha sido solo la manifestación de graves dolencias. Entonces, ¿por qué ha sido tan importante la actuación del Banco Central Europeo (BCE), que ha subido tipos desde el cero por cien al 2,5 por cien ? Nuestras autoridades monetarias no pueden, por poner un ejemplo, mitigar la verdadera enfermedad que hoy aqueja a Europa: la guerra en Ucrania. No obstante, la intervención del BCE sí está siendo oportuna ya que, como con cualquier fiebre no tratada, una inflación prolongada podría desencadenar enfermedades secundarias que las autoridades monetarias sí son responsables de prevenir. Destaca entre ellas el potencial desanclaje de las esperanzas de inflación a largo plazo, que afortunadamente empiezan este dos mil veintitres bajo completo control.
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