Secreto, pluma, presa, lagarto; cada cerdo ibérico es un tesoro de productos gourmet para Florencio Sanchidrian. El único embajador de jamón ibérico de España que viaja por el mundo llevando los mejores jamones a reyes, papas, ?íderes extranjeros, empresarios, premios Nobel y estrellas de Hollywood y del deporte. Nos recibe en su guarida nada secreta, su restaurante La Azotea, en Goya cuarenta y dos, un templo de cerdo ibérico en el que él es el sumo sacerdote.
“Recorro cientos y cientos de lugares con el jamón por bandera, desembarcando prácticamente siempre un ejército de aromas y sabores cultivados y desarrollados a través de los siglos. Eso es posible, allí donde voy, por el producto gourmet número uno del planeta, sin duda. Y la bandera que llevo siempre y en toda circunstancia junto a mí, que es la de España a la que tanto amo”, recita de corrido. Es su contestación estándar a lo que significa ser embajador del jamón; mucha calidad y mucha españolidad.
“Me hicieron embajador en la ciudad de París, en la Academia Internacional de Gastronomía. Ser embajador del jamón requiere estar con el jamón por el mundo. Tengo 7…