Dice un renombrado refrán americano “when the going gets tough, the tough get going” que viene a decir en español “cuando las cosas se ponen bastante difíciles, las contrariedades siguen creciendo” o asimismo, en una traducción mas textual “cuando las cosas se ponen bastante difíciles, los duros se ponen en marcha”.
Ambas acepciones, en cualquier caso, encajan perfectamente en la situación que estamos viviendo y seguiremos, con prácticamente total probabilidad, sufriendo en los próximos meses y si nadie lo remedia, años. Descontada la incertidumbre de la investidura y admitida con certidumbre newtoniana la más que probable investidura de Sánchez en la mitad de un aquelarre de concesiones de todo pelaje, infestadas de incoherencias y con ausencia total de una estrategia de gobierno mas a allá de poder seguir calentado las sillas del poder vamos a entrar en una legislatura de inciertos resultados pero con completa seguridad llena de muchas más resoluciones y alteraciones de nuestro modelo de convivencia de lo que nunca hubiésemos imaginado para nuestra nación. Y es que la astuta aritmética electoral no ha hecho solo que dependamos por entero en esa alternativa llamada equivocadamente “progresista” cuando quieren decir de verdad…