La UE ha reaccionado con prudencia al convenir el bulto de medidas que ha recomendado a sus Estados miembros frente a la ola de contagios de covid-diecinueve que vive China, pese a la carencia de transparencia de la ciudad de Pekín. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los órganos de vigilancia sanitaria europeos han expresado su falta de confianza en la información sobre el desarrollo de la pandemia que facilita el gigante asiático, mientras circulan imágenes y vídeos que reflejan situaciones de colapso hospitalario y saturación de cadáveres en las incineradoras. En realidad, llovizna sobre mojado. Hace ya 3 años, cuando apareció el virus que ha causado estragos humanos, económicos y sociales en todos los países de la UE, el régimen déspota patentizó una total falta de transparencia informativa.
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