La estrategia de ERC para transformarse en un partido hegemónico tiene su primera reválida en los comicios del próximo mes de mayo. Y, en la particular batalla en la conurbación barcelonesa, con el PSC como rival a batir, su estandarte es la candidatura de Gabriel Granuja a la Alcaldía de Santa Coloma de Gramenet.
En su presentación hace unos meses como alcaldable de su municipio, el portavoz de ERC en el Congreso lanzó un mensaje rotundo: “Santa Coloma ni es de Ferraz ni de [la alcaldesa] Parlon ni del PSOE”.
Rufián, no obstante, sabe que tiene ante sí un reto más que difícil. Su ciudad natal es uno de los feudos catalanes con menor penetración del independentismo y uno de los municipios en los que el PSC exhibe mayor robustez.
Menos independencia, más política social
Por ello, según explican a Reservado Digital fuentes próximas al líder de los republicanos en la capital española, Gabriel Granuja va a estacionar durante la campaña electoral la defensa de la independencia de Cataluña.
Ha concluido que debe centrarse en propuestas sociales de izquierdas para arrebatar el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet al PSC que rige con mayoría absoluta.
Todo ello, después de que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, haya apuntado que la hoja de ruta en 2023 pasa por iniciar los preparativos para la convocatoria de un nuevo referendo.
Arrebatar la mayoría absoluta al PSC
Con tres concejales, Esquerra consiguió en los comicios de 2019 entrar por vez primera en el Ayuntamiento colomense, donde el PSC rige desde hace treinta y uno años y la alcade Núria Parlon consiguió, en la última cita con las urnas, prácticamente un 51 por cien de los votos y 17 ediles de los veintisiete que componen el Consistorio.
El objetivo ahora de Granuja es mejorar el resultado de hace 3 años y medio y dejar sin mayoría absoluta al PSC. Pero su candidatura va alén de las expectativas puestas en esta localidad.