El nuevo impuesto de solidaridad a las grandes fortunas llega a su primera gran cita rodeado de ruido. Falta menos de un mes a fin de que se abra el plazo de presentación del gravamen —entre el 1 y el 31 de julio— y un embrollo técnico abre la puerta a que recaude menos de lo previsto en aquellas comunidades que bonifican su homólogo autonómico, el impuesto sobre el patrimonio —Madrid y Andalucía al 100 por cien , y Galicia al 50 por ciento —. Los ricos de estos territorios podrían utilizar la cuota teórica que les sale a pagar en este tributo para rebajar su aportación de solidaridad. Un reciente dictamen del Consejo de Estado da más fuerza a esta posibilidad, y agrega un nuevo elemento para aportar a la fila de recursos habidos y por haber contra el nuevo gravamen. Fuentes del Ministerio de Hacienda, por su parte, matizan que lo relevante es que el informe no pone en duda la legalidad del impuesto, que se colectará y que el haber seguido las recomendaciones del Consejo de Estado fortalece su legalidad.
Seguir leyendo