Iberdrola, a través de su filial Avangrid, tiene encima de la mesa múltiples opciones para Kitty Hawk, su mayor parque eólico marino en Estados Unidos. La futura planta, un gigante de tres mil quinientos MW, supondrá una inversión superior a los ocho mil cuatrocientos millones para su puesta en funcionamiento y la compañía ha decidido incluirla en su plan de rotación de activos.
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