Los días de oro de los ciclos combinados en España quedaron atrás hace tiempo. Las centrales de gas natural, aún necesarias para garantizar la cobertura de la demanda cuando no hace sol y no sopla el viento, han empezado a transitar una lenta pero inexorable senda hacia su final. Iberdrola confía en cerrar todas las que opera en España en los cinco próximos años. Será, según confirman fuentes de la eléctrica, antes de 2030, una fecha en la que la empresa aspira a alcanzar las cero emisiones propias.
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