A la sombra de la pelea entre U.S.A. y China hay un tercer actor global a la espera de su momento: la India. En algún sitio de este país, tan inmenso que tal vez sea mejor hablar de un subcontinente, se escuchará estos días el llanto del bebé recién nacido que lo convertirá en el más poblado del planeta, al lograr los 1.425.775.850 habitantes y superar así a China. Ciertas proyecciones consideran que este hito —previsto para el viernes uno de abril, según estimaciones de la ONU, aunque otros análisis estiman que ya ha sucedido— marcará además de esto un profundo cambio en las próximas décadas: con ese bebé indio, uno más entre millares, de alguna manera empieza asimismo una nueva narrativa del siglo XXI, con una potencia en auge, de creciente peso económico y en busca de su lugar en el mundo.
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