El horror y la esperanza transitan de la mano a lo largo de los 69 kilómetros de carretera que rodean Gaza por territorio israelí. La ruta parte desde el norte, junto al paso de Erez, y va descendiendo hacia el de Kerem Shalom, el vértice en el que confluyen Israel, Egipto y Rafah (Gaza), que el ejército israelí ha prometido invadir en breve. Por el camino, los sangrientos hitos del ataque cometido por miembros de Hamás el pasado 7 de octubre, cuando fueron asesinadas unas 1.200 personas y 250 acabaron secuestradas, según datos oficiales. Y al otro lado de la frontera, la crudeza de la guerra en Gaza. Está previsto que este miércoles el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, visite por vez primera la zona en el séptimo viaje que realiza a Israel desde que se inició la guerra.
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