El Gobierno italiano ha declarado en el Consejo de Ministros celebrado este martes por la tarde el estado de emergencia en el país para afrontar la cuestión migratoria. Las consecuencias de la medida, con un solo precedente en esta materia, aún no están claras porque el Ejecutivo no ha explicado su alcance ni ha detallado sus planes. El anuncio tiene un claro componente de advertencia a Bruselas y al resto de asociados comunitarios ante una cuestión que Italia estima que no está siendo afrontada conjuntamente. Es asimismo evidente que la decisión abre una brecha legal para derogar normas del ordenamiento vigente y tomar resoluciones que hasta ahora, por diferentes motivos, el Gobierno ultraderechista que preside la líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, no había puesto sobre la mesa. Especialmente con relación a la expulsión de migrantes que se encuentren en situación irregular.
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