El viceprimer ministro italiano Matteo Salvini lo tiene clarísimo: “Quien paga el café con tarjeta de crédito es un tocapelotas”. Y añadió: “Yo intento abonar en efectivo, por el hecho de que me agrada ir al cajero a sacar dinero”. El Gobierno derechista italiano de Hermanos de Italia, la Liga y Forza Italia ha escogido la defensa de los pagos en efectivo como una de sus prioridades políticas y, en el boceto de la ley de presupuestos del año próximo, ha decidido acabar con las multas a los comerciantes que se negaban a admitir tarjetas.
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