“Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impetuoso, sexista y sin ningún tipo de consentimiento de mi parte”, destacó Jennifer Hermoso en un comunicado en su cuenta de Twitter. Acto seguido, añadió en negrita: “Sencillamente no fui respetada”. Como si no hubiera sido demasiado explícita la imagen que medio planeta había visto por T.V., la máxima goleadora de la historia de La Roja se vio obligada a denunciar que las palabras del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, “explicando el poco afortunado incidente” son “categóricamente falsas y parte de la cultura manipuladora que él mismo ha generado”. Y siguió: “El beso no fue permitido ni de mi agrado”. “¿Un piquito?’, le pregunté. ‘Vale’, me contestó”, había declarado el líder.
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