Están siendo instantes muy difíciles para Joana Sanz (29 años). En un mes ha debido enfrentarse a la muerte de su madre por un cáncer de útero y al encarcelamiento de su marido, Dani Alves (treinta y nueve). El futbolista se encuentra en cárcel precautoria acusado de violar a una joven en una discoteca el pasado diciembre. La modelo canaria ha borrado toda la presencia de su aún pareja en Instagram y se ha publicado que habría pedido el divorcio. En cambio, ha acudido por vez primera al centro penitenciario Brians 2 para encontrarse con su esposo.
Joana Sanz llegaba a la prisión de Brians dos acompañada por un amigo de la pareja, Bruno Basil. El chef fue uno de los primeros en visitar a Dani Alves el pasado 25 de enero. Este domingo, la modelo aparecía con gesto serio y sin pronunciarse ante los medios. Prácticamente una hora después salía del centro y dejaba claras sus intenciones sin confirmar ni desmentir el posible divorcio: «No le voy a dejar solo en el peor momento de su vida«.
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