Frente a la sede de YG Entertainment en Seúl, una sinuosa mole de hormigón y vidrio a orillas del río Han, la discográfica tiene un café de tres plantas para que los fans vean, de lejos, cómo sus ídolos cruzan los tornos. Apenas hay seis adolescentes y una pantalla con videoclips en bucle. La política de covid cero en China y las restricciones viajeras en el sudeste asiático han desangelado muchos hitos turísticos de la capital surcoreana. Este café lo es. En los años previos a la pandemia la cultura pop duplicó las visitas al país. Entre cientos de objetos, venden un Monopoly de Blackpink, el grupo estrella de la casa. En vez de calles, hay ciudades de su gira: Bangkok, Taipéi, Los Ángeles, Sídney… Llegando a meta, te puedes comprar Barcelona.
Seguir leyendo