Kim Kardashian tiene un estricto conjunto de normas para los pasajeros que quieren un asiento en su avión privado de 150 millones de dólares, y ni siquiera hace excepciones con los miembros de su propia familia.
La fundadora de Skims estableció las reglas mientras charlaba con su hermana Kendall Jenner antes de su viaje a Milán para un desfile de moda de Prada en el episodio del jueves de “The Kardashians” de Hulu.
Kardashian, de 41 años, dejó muy claro en la conversación que quiere mantener impoluto su avión G650ER personalizado.
Cuando la fundadora de 818 Tequila, de 26 años, le dijo a su hermana a través de FaceTime que “sólo iba a ir a tomar un rápido bronceado con spray” antes de su vuelo, Kardashian reaccionó con dudas.
“¿Un bronceado en spray antes de mi vuelo?”, preguntó la creadora de Skims.
“No, es uno de tres horas, así que me siento en él durante tres horas y luego me ducho”, explicó Jenner.
Pero el magnate del maquillaje no quiso ni oír hablar de ello, señalando que el interior de su avión es demasiado bonito para arriesgarse a mancharse.
“¿Has visto los asientos de cachemira?”, preguntó la autora de “Selfish”. “No puedes poner tu bronceado de spray en mis asientos de cachemira”.
Posteriormente, la fundadora de Skkn criticó la decisión de su hermano de pedir pasta para su comida en el vuelo, diciendo: “Vamos a estar en la jodida Italia. No vamos a comer pasta antes de ir”.
No es la primera vez que Kardashian plantea exigencias a quienes quieren subir a su lujoso avión.
“no haya zapatos en el avión”, y que en su lugar sus pasajeros lleven “zapatillas Skims personalizadas”.
Bromeó: “No respires. No toques nada”.
Sin embargo, ese mismo mes, Kardashian pareció relajada cuando permitió que su hija mayor, North, llevara a sus amigos a bordo del avión para celebrar su noveno cumpleaños.
Kardashian compró el costoso avión privado, del mismo tipo que posee Jeff Bezos, en 2021, pero tardó un año en diseñarlo a su gusto.
Al parecer, trabajó en el interior con los diseñadores Tommy Clements y Waldo Fernández.
La creadora de KKW Beauty no es la única Kardashian-Jenner que disfruta de los lujos de un jet privado.
Su hermana menor, Kylie Jenner, compró un avión por un valor estimado de 70 millones de dólares en 2020. Recibió críticas por hacer un vuelo de 17 minutos a principios de este año, siendo apodada “criminal del clima” en las redes sociales.