En la mesa de la terraza de un bar, están sentados Laura, Cecilia y Raúl. Los tres, menores de 30 años. También los tres, con salarios bajo los 27.000 euros. Charlando de esto y de lo otro, mientras que en la tele el FC Barna de baloncesto gana la final de la liga al Real Madrid, la charla se adentra en la declaración de la renta: que si este año me ha tocado abonar, que si a mí me han devuelto… Hasta el momento en que uno pregunta al aire: “Oye, ¿y pedisteis la ayuda de 200 euros?”.
—Yo no.
—Yo tampoco.
—Ni .
Unos días antes, la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) recordó que, en dos mil veintidos, el Gobierno solo había ejecutado el 23 por ciento del gasto previsto para este cheque ‘anti inflación’. Un setenta y siete por ciento de los potenciales beneficiarios, como Laura, Cecilia y Raúl (por cobrar menos de veintisiete euros), no lo solicitaron. En el mismo informe, por ejemplo, se destaca que el cincuenta y ocho por ciento de los hogares que merecerían el ingreso mínimo vital (IMV) tampoco lo ha pedido.
Ambas medidas se pusieron en marcha o se mejoraron en dos mil veintidos…