La borrasca Ciarán, de procedencia atlántica y uno de los ciclones extratropicales más potentes de los últimos tiempos, ha causado estragos en el noroeste de Europa y se ha cobrado la vida de al menos siete personas (una de ellas, en España) por la caída de árboles debida a los fuertes vientos. Bélgica y Francia se han llevado la peor parte en esta fatídica estadística, con dos fallecidos cada uno. En el primero perecieron un niño de 5 años y una turista alemana de 64. En el segundo, un camionero (en el departamento de Aisne) y un hombre de 70 años que cayó desde un balcón por las fuertes ráfagas de viento en Le Havre.
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