Su historia empresarial recuerda bastante a la de los reyes inmobiliarios de la burbuja española del ladrillo. Un directivo ambicioso y carismático, con estrechos lazos con la política, que vive las mieles del éxito hasta que la presión de la deuda hace saltar por los aires todo su entramado corporativo. Es lo que le ha pasado a René Benko (1977), considerado uno de los nombres más poderosos del sector inmobiliario europeo, promotor y comprador de edificios icónicos, como el Chrysler de Nueva York o los grandes almacenes Selfridges de Londres.
Hace unas semanas, su grupo, llamado Signa y compuesto por multitud de filiales, asumió que se había quedado sin liquidez para operar con normalidad. La consecuencia, dejaba de pagar la deuda con algunas de las principales entidades financieras de Europa y se quedaban sin terminar obras que ya estaban en marcha en el centro de las principales capitales de Alemania o Austria, el país de origen de Benko.
Con la declaración de insolvencia del holding y de parte de las filiales comienzan las dudas sobre si la cartera inmobiliaria…