Cuando el Gobierno aprobó a finales de 2022 la rebaja del IVA en determinados comestibles se propusieron dos grandes dudas: a quién favorecía la medida y si los supermercados iban a trasladarla ciertamente a los costos. Para la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el descuento —prorrogado a finales de junio por el Ejecutivo— fue ciertamente trasladado a los precios que los consumidores se hallaron en los estantes de los supermercados. Así lo concluye el estudio publicado este jueves por el organismo supervisor, que asevera que no ha detectado “problemas sistemáticos” en la traslación de la bajada del impuesto.
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