La muerte de Guillermo, vecino de Brea de Tajo (la villa de Madrid) de treinta y cinco años, el pasado veinticuatro de noviembre, parecía un accidente. Fue arrollado por un vehículo a gran velocidad mientras transitaba con su bicicleta por la R-3, a la altura de Mejorada del Campo. No obstante, horas más tarde de conocerse el acontencimiento, un familiar de Guillermo se presentó en el cuartel de la Guarda Civil y les afirmó a los agentes que sospechaba que no se trataba de un accidente, sino de un suicidio, ya que Guillermo le había dicho horas antes: “Los he cocido dentro de la furgoneta”. El supuesto asesino de Brea de Tajo le había confesado al familiar, antes de suicidarse, que había matado a su expareja y al novio de esta.
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