El mercado de bonos del Tesoro del R. Unido vuelve a vivir horas agitadas, que recuerdan el pavor provocado el pasado septiembre por el recorte de impuestos de la malograda ex primera ministra Liz Truss. La rentabilidad de los llamados gilts —bonos de deuda pública— ha repuntado después de conocer, el pasado miércoles, el nuevo dato de inflación del país. Con un 8,7 por ciento en abril, la cantidad era de forma notable inferior al 10,1 por cien registrado en marzo, mas mucho más elevada que lo que habían previsto muchos analistas.
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