La escritora francesa Annie Ernaux, que ha extraído sin miedo sus experiencias como mujer de clase trabajadora para explorar la vida en Francia desde la década de 1940, ganó el jueves el Premio Nobel de Literatura de este año por una obra que ilumina los turbios rincones de la memoria, la familia y la sociedad.
Los libros de Ernaux indagan en experiencias y sentimientos profundamente personales -amor, sexo, aborto, vergüenza- dentro de una sociedad dividida por las divisiones de género y clase. La Academia Sueca dijo que Ernaux, de 82 años, ha sido reconocida por “el valor y la agudeza clínica” de sus libros, que tienen su origen en un pequeño pueblo de la región de Normandía, en el noroeste de Francia.
Anders Olsson, presidente del comité del Nobel de Literatura, dijo que Ernaux es “una escritora extremadamente honesta que no teme enfrentarse a las duras verdades”.
“Escribe sobre cosas de las que nadie más escribe, por ejemplo su aborto, sus celos, sus experiencias como amante abandonada, etc. Es decir, experiencias realmente duras”, dijo a The Associated Press tras el anuncio del premio en Estocolmo. “Y ella pone palabras a estas experiencias que son muy sencillas e impactantes. Son libros cortos, pero realmente conmovedores”.
Ernaux, una de las autoras más conocidas de Francia y una destacada voz feminista, dijo que estaba contenta de haber ganado el premio, que conlleva una dotación económica de 10 millones de coronas suecas (casi 900.000 dólares), pero que “no se sentía abrumada”.
“Estoy muy contenta, estoy orgullosa. Voilà, eso es todo”, dijo Ernaux a los periodistas a la salida de su casa en Cergy, una ciudad de clase trabajadora al oeste de París sobre la que ha escrito.
El presidente francés Emmanuel Macron tuiteó: “Annie Ernaux lleva 50 años escribiendo la novela de la memoria colectiva e íntima de nuestro país. Su voz es la de la libertad de las mujeres y los olvidados del siglo”.
Aunque Macron elogió a Ernaux por su Nobel, ella no ha sido muy generosa con él. Partidaria de las causas de la izquierda en favor de la justicia social, ha despreciado los antecedentes de Macron en la banca y ha dicho que su primer mandato como presidente no ha hecho avanzar la causa de las mujeres francesas.
