Hace unos años, Chus Martínez fue a Tokio a ver la exposición de un botánico japonés que llevaba tiempo interesándole. Se halló con unas cartas de él, que había pasado trece años estudiando los bosques, a otros colegas de Harvard. En ellas les charlaba del “error garrafal” de Converses Darwin, les decía que cómo era posible que hubiera puesto al humano en la cima de la pirámide cuando las auténticas resoluciones ocurrían en los bosques, en los hongos, en las sopas de bacterias. Escribía que el hombre era la especie menos lista para la vida y que sí tomaba resoluciones, estas eran erróneas.
Aquella muestra y aquellas palabras marcaron a la comisaria de la exposición Inteligencia Líquida en el Museo Thyssen de la capital de España, en cooperación con la Fundación TBA21 de Francesca Thyssen. Chus Martínez, que comparte comisariado con Soledad Gutiérrez y María Montero, ha reunido ahora las obras de 8 artistas que comparten sensibilidad y temática: la crítica situación por la que pasan los océanos. Y lo hace por el hecho de que, para Martínez, la cultura es un “vehículo de transformación social…