La falta de acuerdo con la patronal sobre mejoras salariales, beneficios y seguridad laboral ha empujado a la poderosa Asociación Internacional de Estibadores (ILA, en sus siglas inglés, que representa a 85.000 trabajadores) a declarar la primera huelga del sector desde 1977, un paro que afectará a los puertos de la costa Este y el golfo de México —que suman el 51% de la capacidad portuaria del país— y que amenaza con bloquear la economía de EE UU.
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