El veto del Gobierno a la adquisición de Talgo por parte del consorcio húngaro Ganz-MaVag amenaza con vivir su segundo acto a medio camino entre los tribunales y Bruselas. Según aseguran fuentes internas de la firma de Europa del Este, la compañía prepara ya su respuesta legal y acudirá tanto a las instancias judiciales pertinentes en España como ante la Comisión Europea. Su intención es hacerlo tan pronto como reciba la notificación oficial. “Además de Ganz-MaVag, todos los accionistas van a sufrir un perjuicio económico muy grave y parecería razonable que se movilizaran”, añaden.
Seguir leyendo