La Comunitat Valenciana cuenta con algunas de las playas continentales mejor conservadas de toda la Península Ibérica, uniendo mar y montaña en una conexión única y muy especial
Orbaneja del Castillo: un paseo por el pueblo burgalés dividido en dos por una cascada
Cada vez son más los turistas que cada año se deciden a veranear en la Comunitat Valenciana. Su cercanía con el mar Mediterráneo, su caluroso clima y sus increíbles parajes la convierten en una de las comunidades autónomas más visitadas en el periodo estival. Sin embargo, pese a contar con joyas con tanto renombre como la Costa del Azahar, la Ciudad de las Artes y las Ciencias o Peñíscola, el territorio aún reserva tesoros naturales escondidos para aquellos que sepan bien dónde buscar.
A la hora de decidir unas vacaciones, parece casi imposible pensar en una playa que no esté pegada al mar. Sin embargo, el municipio de Navarrés, en la provincia de Valencia, cuenta con una de las más espectaculares, y no está al pie del Mediterráneo. No es otra que el Lago de Playamonte, que combina la arena natural característica de la zona costera con los pinos de montaña que rodean el paraje.
Conexión entre playa y montaña
El paraje aglutina algunas de las características más buscadas en un destino turístico, ya que la mezcla playa y montaña permite a los visitantes tanto disfrutar de un chapuzón en sus cristalinas aguas, como salir de ruta y hacer senderismo. Además, en el espacio se ofrecen gran cantidad…