Trenes atestados, vacas paseando de forma libre por las ciudades, exóticos bailes de Bollywood y una desigualdad rampante han conformado a lo largo de décadas la imagen occidental de la India. Prontísimo, otra realidad se añadirá a esa retahíla, mezcla de tópicos, costumbrismo y verdad. Cuando charlemos de la India, vamos a hablar del país más poblado del mundo. Naciones Unidas calcula que en el mes de abril del año vigente superará como gigante demográfico a la poco a poco más avejentada China, asolada por serios problemas de natalidad. Las dos exceden ya la frontera de los 1.400 millones de habitantes, mas su evolución es distinta: mientras en 2020 la edad media china fue de treinta y ocho años, en la India era de solo veintiocho años. El próximo cambio de hegemonía ha transformado a la India en foco de atención para medios, académicos y laboratorios de ideas, ansiosos por descifrar si el adelantamiento se limita al terreno de lo simbólico o supone un acontecimiento geopolítico mayor.
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Cuna de consejeros delegados
Microsoft, Google, IBM, Starbucks, Adobe, Novartis o Deloitte son ciertas compañías cuyos consejeros delegados tienen nacionalidad u origen indio. La alta demanda de ejecutivos de ese país ha despertado la curiosidad. ¿Por qué hay tantos? La profesora de la Complutense Eva Borreguero menciona a una facilidad natural para el manejo de los números y las lenguas, y apunta la alta competitividad en los exámenes de acceso a las principales facultades de ingeniería indias, donde concurren muchos más aspirantes que puestos hay disponibles. “Ocupa el tercer puesto en número de doctorados en Ciencias e Ingeniería (casi veinticinco), tras U.S.A. y China. Y el tercer puesto mundial en ecosistema de start-ups y en número de unicornios”, apunta. Borreguero recuerda que según datos recientes, en nuestros días hay ciento cinco unicornios en la India, de los cuales 44 nacieron en 2021 y 19 en 2022. “El interés viene asimismo por las ambiciones materiales y la promesa de ganancias económicas que ofrecen las carreras tecnológicas y la enorme competitividad por la movilidad social en una sociedad con fuerza estratificada”, agrega.
La periodista Sagarika Ghose piensa que el fenómeno se explica por la implantación de institutos de excelencia educativa tras la independencia, como el Instituto Indio de Tecnología (IIT) o el Instituto Indio de Administración (IIM). Si bien considera que ya pusieron las bases las universidades de la época colonial, muchas fundadas por jesuitas, como como St Xavier’s College y St Stephen’s College. “La educación y el idioma inglés combinados con la naturaleza aspiracional de los indios crearon un enorme cuerpo de triunfadores que han dejado huella a nivel mundial. Además de esto, castas superiores (como los brahmanes) siempre han apreciado el aprendizaje y la educación, y estas comunidades han sido enormemente competentes en matemáticas y ciencias. Por cierto, el jefe de Microsoft, Satya Nadella, y el jefe de Google, Sundar Pichai, ¡son brahmanes!”, asevera.