“Ha sido un año complicado, exigente. Comenzamos con la previsión de que dos mil veintidos iba a ser la vuelta a la normalidad y nos encontramos con la guerra en Ucrania. El inconveniente de los chips se acentuó en la primera mitad del año y luego la crisis energética, que ha llevado a un escenario de incremento de costos”. Así resume el año José López-Tafall, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). “Ha sido una coctelera que ha derivado en una tormenta perfecta”, argumentó en un encuentro con medios.
Ese coctel de factores ha generado una situación dual. Por una parte, los datos de ventas de turismos nuevos y de fabricación están lejísimos de los que se daban ya antes de la pandemia, aunque ya mejoran. Por otro, los resultados financieros y la rentabilidad de las compañías están, en la mayoría de casos, en positivo.
En España, el ámbito del automóvil mide su salud con dos variables: las matriculaciones y las cifras de producción. Las primeras, van a estar al cierre del…