El mes de agosto acabó con una inflación del 2,6 por cien en comparación con mismo mes del año pasado, conforme el dato publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La cantidad es exactamente la misma que la adelantada dos semanas atrás, pero supera en 3 décimas la de julio, y amenaza con ser un anticipo de las subidas por venir de aquí a final de año. Las perspectivas no dejan de deteriorarse por la escalada del petróleo, la huelga en Australia que tensiona el costo del gas, la devaluación del euro frente al dólar y un efecto base que presiona cara arriba las tasas, al aproximarse fechas en las que la comparación se realiza con meses de 2022 en los que la inflación se relajó por el respiro de la electricidad.
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