Entre el curso dos mil quince-dos mil dieciseis y el dos mil veintiuno-2022, la nota media de la Selectividad pasó de un 8,75 a un 10,34 (sobre catorce), según el informe La subida de las notas de Selectividad: ¿Inflación o competición?, elaborado por EsadeEcPol tras examinar las calificaciones de todo el estudiantado en los últimos tiempos. “La hipótesis más frecuente en el discute público para explicar este incremento es que se trata de una subida artificial”, sostienen sus autores. “Los estudiantes cada vez saben menos y se están inflando los aprobados y sobresalientes”. Pero la estadística dice otra cosa.
O por lo menos afirma otra cosa en parte, sostiene el informe. Sí, hay inflación de notas mediante calificaciones más laxas, consecuencia a su vez de los cambios que ha venido realizándose sobre la prueba. Un caso es la subida automática, de un curso para otro, que se produjo cuando el Bachillerato pasó a suponer un 60 por ciento de la nota final o cuando en dos mil diecisiete se redujo la optatividad en la prueba.
Pero también ha aumentado la competitividad entre el alumnado, que se esfuerza por lograr mejores notas para acceder a las carreras que desean. Un dato respalda esta segunda afirmación: el noventa y dos por ciento de los estudiantes se presentan a la fase optativa, que se ha convertido básicamente en universal.
El informe se ha elaborado desde datos del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU), que recogen información del millón y medio de estudiantes que han efectuado la Selectividad entre dos mil trece y 2020. “Los datos (…) muestran que la subida de las calificaciones se explica a la vez por la urgencia de un entorno cada vez más competitivo y por una activa inflacionaria de las notas fruto de resoluciones políticas”, sostienen los autores.
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