El mes estrella de las vacaciones de verano ha vivido una nueva escalada de los costos. Y no solo por el aluvión de turistas que han llenado los hoteles, bares y chiringuitos españoles, impulsando así el consumo: la amenaza de huelga en múltiples instalaciones de gas natural en Australia, y el anuncio de recortes auxiliares en la producción de petróleo por la parte de Arabia Saudí han añadido presión extra sobre las tarifas de la electricidad y los combustibles. Como resultado, la inflación se situó en agosto en el dos con seis por ciento frente al mismo mes del año pasado, tres décimas más que en julio, conforme el dato adelantado este martes por el INE (INE).
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