El debate sobre el tiempo de trabajo no es nuevo de esta legislatura ni mucho menos. La primera ministra de Trabajo de Pedro Sánchez, Magdalena Valerio, ya sacó adelante la polémica ley que obligó a todas las empresas a registrar diariamente el horario de sus trabajadores para poder controlar la realización de horas extra, y su sucesora y actual vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz inició la elaboración de una ley de usos del tiempo, a la vez que el Gobierno aprobaba también en la legislatura pasada un proyecto piloto sobre la semana de cuatro días. Junto a ello, la propia Díaz ha llevado siempre a gala el refuerzo del brazo sancionador del mercado laboral: la Inspección de Trabajo, que durante la pasada legislatura intensificó su actividad en varios frentes. Uno de ellos fue el tiempo de trabajo y las horas extras, donde el pasado año volvieron a aumentar las actuaciones de estos inspectores, las infracciones detectadas y las sanciones impuestas a las empresas incumplidoras.
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