Decenas de miles de personas se han manifestado en Bilbao (veinte.000 conforme la policía municipal) para reclamar que a los presos de ETA se les aplique la «ley penitenciaria ordinaria y se ponga fin a todas y cada una de las medidas de excepción», tras reconocer que «la dispersión está llegando a su fin» y que la meta ahora avanza cara la excarcelación del mayor número de presos posible.
Asociaciones de víctimas y partidos como Vox habían reclamado que la manifestación no se festejase. La convocatoria que cada año hace la red de apoyo a los presos de ETA Sare tenía en esta ocasión un significado singular por el hecho de que ha servido para sacar a la calle su nuevo logotipo desarrollado para «la nueva etapa» que empieza ese movimiento, y ha contado con la asistencia de políticos de EH Bildu como Arnaldo Otegi y Arkaitz Rodríguez, y de ERC como Joan Tarda y Carme Forcadell, aparte de miembros de los sindicatos ELA y LAB, entre otros muchos.
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