El pacto de subidas salariales para los próximos 3 años que sindicatos y patronales firmaron a inicios de mes —un 4 por ciento en dos mil veintitres y un 3 por ciento en dos mil veinticuatro y dos mil veinticinco, más un 1 por ciento adicional en cada ejercicio si la inflación es mayor— contempla también una serie de recomendaciones alrededor de otros factores relacionados con la utilización (inteligencia artificial, flexibilidad laboral, teletrabajo), y abre la puerta a reconfigurar las diferentes fórmulas de abandono progresivo del trabajo que existen hoy en día. Es el caso de la jubilación parcial, un modelo de retiro en el que el trabajador compatibiliza salario y pensión, y que en los últimos tiempos ha ido perdiendo fuelle: al paso que en 2018 se acogieron a esta modalidad 35.000 personas, hasta mediados de dos mil veintidos apenas lo hicieron catorce. La disolución de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales en julio aparcan esta reforma, que el Ejecutivo se había comprometido a encarar.
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