“Solo necesitas tener coche, un teléfono móvil Android o IOS y unas horas libres”, promocionaba Amazon para captar a repartidores que distribuyeran sus paquetes con sus propios vehículos y sin un contrato de trabajo. La empresa denominaba a este servicio “Flex” y fue cosida a multas por la Inspección de Trabajo hasta que retiró este método de reparto de España. Este jueves un juzgado de lo Social de Madrid ha forzado a la multinacional a reconocer que 2.166 personas que repartieron sus envíos bajo esta modalidad eran falsos autónomos y deberá compensar a la Seguridad Social.
“Amazon es una empresa que desarrolla no sólo la actividad de logística y operador del transporte, sino que presta el servicio de recadería y mensajería”, zanja la magistrada del Juzgado de lo Social número 14 de Madrid, que tumba así la principal tesis de la multinacional para no contratar repartidores: “No somos una empresa de transporte”, han explicado sus portavoces a elDiario.es en repetidas ocasiones.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso este medio, la magistrada argumenta por qué no compra la visión de la multinacional. Es Amazon “la que asume la competencia para adoptar la totalidad de decisiones del servicio, fijando sus condiciones de ejecución y retribución, y las circunstancias de día, hora y tiempo invertido en la ejecución”, a través de “repartidores que carecen de organización empresarial propia y autónoma” a los que dirigía y coordinaba a través de su app.
Con este método los repartidores quedaban “sometidos a valoraciones de la calidad y fiabilidad, es decir, al control de la empresa a través de los mecanismos instaurados por la App, careciendo de capacidad para organizar su…