La delicada situación por la que pasa el independentismo catalán se ha visto reflejada este lunes en la manifestación con motivo de la Diada, que desde 2012 organizan la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. Si bien la ANC deseaba convertir la movilización en un clamor contra la opción pactista de Junts per Catalunya y Esquerra, de cara a una posible investidura de Pedro Sánchez, la movilización ciudadana ha terminado mezclando diferentes mensajes como los que son convenientes a la amnistía, pero asimismo ha certificado el divorcio de los partidos. Conforme los datos de la Guardia Urbana, es el peor registro de participación (115.000 personas) a excepción de los años de la pandemia. Con todo, los organizadores han logrado sostener la llama de la movilización tras más de diez años de procés.
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