La unidad de acción parlamentaria de PP y Vox se ha roto en la primera votación de la legislatura. Literalmente. Las derechas han votado por separado en la elección de la Presidencia del Congreso que ha logrado la socialista Francina Armengol con el apoyo de 178 diputados. El PP ha apostado por su candidata, Cuca Gamarra, mientras Vox se ha votado a sí mismo en lugar de a favor de sus aliados. En un mensaje oficial del partido de extrema derecha se constata la ruptura: el PP ha rechazado ceder algunos de sus escaños para garantizar a Vox un puesto en el órgano de gobierno de la Cámara Baja.
“Vox está votando a su propio candidato, Ignacio Gil Lázaro, después de que esta mañana el PP haya confirmado que no ayudará a Vox a conseguir un puesto en la Mesa”, apunta el mensaje remitido a los periodistas por el partido. “Es la segunda vez en democracia que la tercera fuerza parlamentaria no está representada en la Mesa y, ante esa falta de voluntad del Partido Popular, Vox vota a su candidato a la presidencia y a la vicepresidencia. En ambos casos Ignacio Gil Lázaro”, concluye.
Vox quedará así fuera de la Mesa, y el PP intentará hacerse con cuatro puestos en este importante organismo, que por otro lado controlarán el PSOE y Sumar, con cinco asientos.
Fuentes de Vox no han podido confirmar a elDiario.es si la ruptura de la votación de hoy afectará al apoyo que Santiago Abascal ofreció gratis a Feijóo para ser investido presidente del Gobierno. Las mismas fuentes han asegurado que harán una valoración cuando termine la sesión de este jueves.
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