«La PAC (Política Agraria Común) más complicada». Esta es la conclusión a la que llegaron hace meses los labradores y ganaderos que, desde el 1 de enero y hasta 2027, se hallan bajo el paraguas de un sistema cuya última reforma no termina de persuadir en las explotaciones españolas. «No es justa ni social y acelerará el proceso de desaparición de las pequeñas y medianas explotaciones del campo de España y europeo»; «La agricultura para ser profesional y productiva tiene que ser libre, y jamás lo ha sido menos que ahora y peor nos lo pondrán, con una PAC nueva que nace vieja y que habría que tirar a la basura»; critican desde COAG (Organizadora de Organizaciones de Labradores y Ganaderos) y ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores).
Dos de las primordiales organizaciones profesionales del país han cargado a lo largo de la anterior a la entrada en vigor de la PAC dos mil veintitres-2027 «un entramado de burocracia cada vez más complejo», como calificaba Asaja, en consonancia con lo transmitido por COAG: «Nos podemos localizar con más costos, mayor burocracia y con…